viernes, 11 de abril de 2014

TEMAS SELECTOS DE FÍSICA



Son necesarios dos factores para que se produzca el sonido: una fuerte vibración mecánica y un medio elástico por el que se propague la perturbación.
La fuente puede ser  un diapasón una cuerda que vibre o una columna de aire vibrando en un tubo  de órgano. Los sonidos se producen por materia que se halla en vibración. La necesidad de la existencia de un medio elástico puede demostrarse colocando un timbre eléctrico dentro de un frasco conectado a una bomba de vacío, como se muestra en la figura; cuando el timbre se conecta a una batería para que suene continuamente , se extrae aire del frasco lentamente. A medida que va saliendo el aire del frasco, el sonido del timbre se vuelve cada vez más débil hasta que finalmente ya no se escucha.
Cuando se permite que el aire penetre de nuevo en el frasco, el timbre vuelve a sonar. Por tanto, el aire es necesario para trasmitir el sonido.Una tira metálica delgada se sujeta fuertemente en su bases se tira de uno de sus lados y luego se suelta Al oscilar el extremo libre de un lado a otro con movimiento armónico simple, se propagan a través del aire una serie de ondas sonoras longitudinales periódicas que se alejan de la fuente. Las moléculas de aire que colindan con la lámina metálica se comprimen y se expanden alternadamente, transmitiendo una onda como en la figura de abajo. Las regiones densas en las que gran número de moléculas se agrupan acercándose mucho entre si se llaman compresiones. Son exactamente análogas a las condensaciones estudiadas para el caso de ondas longitudinales en un resorte en espiral. Las regiones que tienen relativamente pocas moléculas se conocen como rarefacciones. Las comprensiones y las rarefacciones alternan a través del medio de la misma forma que las partículas del aire individuales oscilan de un lado a otro en la dirección de la propagación de la onda.

Puesto que una comprensión corresponde a una región de alta presión y una rarefacción a una región de baja presión, una onda sonora también puede representarse trazando en una gráfica el cambio de presión P en función de la distancia x. La distancia entre dos comprensiones o rarefacciones sucesivas es la longitud de onda.






Cualquier persona que haya visto a cierta distancia cómo  se dispara un proyectil, ha observado el fogonazo del arma antes de escuchar la detonación. Ocurre algo similar al observar el relámpago de un rayo antes de oír el trueno. Aunque tanto la luz como el sonido viajan a rapidez finitas, la de la luz es tan grande en comparación con la del sonido que puede considerarse instantánea. La rapidez del sonido puede medirse directamente determinando el tiempo que a las ondas moverse a través de una distancia conocida. En el aire, a 0°C, el sonido viaja a una rapidez de 331 m/s (1087 ft/s)
La rapidez de una onda depende de la elasticidad del medio y la inercia de sus partículas. Los materiales más elásticos permiten mayores rapideces de onda, mientras que los materiales más densos retardan el movimiento ondulatorio. Las relaciones empíricas siguientes se basan en estas proporcionalidades.

Para las ondas sonoras longitudinales en un alambre o varilla, la rapidez de la onda está, dada por:
V=√ Υ/ ρ
Donde Y es el método de Young para el sólido y ρ es su densidad. Esta relación es válida sólo para varillas cuyos diámetros son pequeños en comparación con las longitudes de las ondas sonoras longitudinales que se propagan por ellas.
                En un sólido extendido, la rapidez de la onda longitudinal es función del módulo de corte S, el módulo de volumen B y la densidad ρ del medio. La rapidez de la onda se puede calcular a partir de=
V=√ B+ 4/3S / ρ                                                               Sólidos extendidos
                Las ondas longitudinales transmitidas en  un fluido tienen una rapidez que se determina con base en
V= √ B/ ρ                                                                           Fluido
Donde B es módulo de volumen para el fluido y ρ su densidad
                Para calcular la rapidez del sonido en n gas, el módulo de volumen esta dado por
 B= Υρ
Donde Y es la contante adiabática ( Y= 1.4 para el aire y para los gases diatómicos ) y P es la presión del gas. Por tanto, la rapidez de las ondas longitudinales es un gas, está dada por
V= √ B/ ρ = √ ΥP / ρ
Pero para un gas ideal
P / ρ = RT /M
                Donde  R= 8.314 J/mol*kg (constante universal de los gases)
                               T= temperatura absoluta del gas
                               M= masa molecular del gas
Sustituyendo la ecuación se obtiene
V= √ ΥP / ρ = √ ΥRT / M                                                                Gas
La rapidez del sonido es significativamente mayor a 27°C que  O°C. A temperatura y presión normales (273 K. 1 atm), la rapidez del sonido en 331 m/s. A partir de la ecuación se advierte que la rapidez del sonido en el aire es varía directamente con la raíz cuadrada de la temperatura absoluta. Por consiguiente, si se puede obtener en forma aproximada la rapidez  (v) del sonido mediante
V= (331 m/s) √T / 273K
Esta relación presupone que Y y M no cambian y que la rapidez del sonido es 331 m/s a la temperatura de 273 K.


  • VIBRACIÓN DE COLUMNAS DE AIRE


La frecuencia de las ondas sonoras transmitidas en el aire que rodea al resorte es idéntica a la frecuencia del resorte vibratorio. Por tanto , las frecuencias posibles o, armónicas de las ondas sonoras producidas por un resorte vibratorios están dadas por:

Fn= un/2l n=1, 2,3……
Dónde:
V= velocidad de las ondas transversales en el resorte.

El sonido también puede producirse por las vibraciones longitudinales de una columna de aire en un tuvo que está abierto en ambos extremos, un tuvo abierto, o uno cerrado en un extremo, un tuvo cerrado. Al igual que el resorte que se pone a vibrar, los modos de vibración posibles quedan determinados por las condiciones de la frontera. Los modos de vibración posibles para el aire cerrado.

Cuando se produce una onda de comprensión en el tubo, el desplazamiento de las partículas de aire en el extremo cerrado debe ser igual a cero.



En el extremo cerrado de un tubo debe ser un nodo de desplazamiento.
En el aire en el extremo abierto de un tubo tiene mayor libertad de movimiento, por lo que el desplazamiento es libre en el extremo abierto.
El extremo abierto de un tuvo debe ser un antídoto de desplazamiento.
El modo fundamental de oscilación de una columna de aire en un tuvo cerrado y un antídoto en el abierto. Por ende, la longitud de onda de la fundamental es igual a cuatro veces la longitud L del tubo.
El siguiente modo posible, que es el primer sobretorno, se presenta cuando hay dos nodos y dos nodos
Por consiguiente, la longitud de onda del primer sobretorno es igual a 4L/3.

Un razonamiento similar permite mostrar que el segundo y el tercer sobretornos se representan para longitudes de ondas iguales a 4L/5 y 4L/7, respectivamente. En resumen, las longitudes de onda posibles son:

λ= 4L/N     N=1,3,5…
La rapidez de las ondas sonoras está dada por v= fλ, así que las posibles frecuencias para un tuvo cerrado son:

F= nv/4L   N=1, 3,5…    (Tubo cerrado)

Un tubo cerrado únicamente se presenta los armónicos impares. El primer sobretono es el tercer armónico, el segundo sobretorno es el quinto armónico, y así sucesivamente.
Una columna de aire que vibra en un tubo abierto en ambos extremos debe estar limitada por antinodos de desplazamiento. La longitud de onda fundamental es el doble que la longitud L del tubo. Cuando el número de nodos se incrementa de uno en uno, las longitudes de onda posibles en un tubo abierto son:
λ n= 2L/N     N =1,2,3…

Entonces las posibles frecuencias son:
Fn= nv/2L   N= 1,2,3…   (Tubo abierto)



Dónde:
V es la velocidad de las ondas sonoras.
Por consiguiente, todos los armónicos son posibles para una columna de aire que vibra en tubo abierto. Los tubos abiertos de diversas longitudes se usan en gran número de instrumentos musicales, por ejemplo, órganos, flautas y trompetas.




Cuando un cuerpo que está vibrando se pone en contacto con otro, este es forzado a vibrar con la misma frecuencia que el original. Por ejemplo, si se golpean un diapasón con un martillo y luego se coloca su base contra la cubierta de una mesa de madera, la intensidad del sonido se incrementará repentinamente. Cuando se quita la mesa el diapasón, la intensidad disminuye a su nivel original. Las vibraciones de las partículas de la mesa en contacto con el diapasón se llaman vibraciones forzadas.
Hemos visto que los cuerpos elásticos tienen ciertas frecuencias naturales de vibración características del material y de las condiciones de frontera. Una cuerda tensa de una longitud definida puede producir sonidos de frecuencias características. Un tubo abierto o cerrado también tiene frecuencias naturales de vibración. Siempre que se aplican a un cuerpo una serie de impulsos periódicos de una frecuencia casi igual a alguna de las frecuencias naturales del cuerpo, este se opone a vibrar con una amplitud relativamente grande. Este fenómeno se conoce como resonancia o vibración simpática.

Un ejemplo de resonancia es el caso de un niño sentado en un columpio. La experiencia nos indica que el columpio puede der puesto en vibración (oscilación) con gran amplitud por medio de una serie de pequeños empujones aplicados a intervalos regulares. La resonancia se producirá únicamente cuando los empujones estén en fase con la frecuencia natural de vibración del columpio. Una ligera variación de los pulsos de entrada dará como resultado una vibración pequeña o incluso ninguna.
El refuerzo del sonido por medio de la resonancia tiene múltiples aplicaciones, así como también buen número de consecuencias desagradables. La resonancia en una columna de aire en un tubo de órgano amplifica el débil sonido de una vibración de un chorro de aire vibrante. Muchos instrumentos musicales se diseñan con cavidades resonantes para producir una variedad de sonidos. La resonancia eléctrica en los receptores de radio permite al oyente percibir con claridad las señales débiles. Cuando se sintoniza la frecuencia  de la estación elegida, la señal se amplifica por resonancia eléctrica. En auditorios mal diseñados o enormes salas de concierto, la música y las voces pueden tener un sonido  hueco desagradable al oído. Se sabe que los puentes se destruyen debido a las vibraciones simpáticas de gran amplitud producidas por ráfagas de viento.

  • ONDAS SONORAS AUDIBLES


El sonido se define como una onda mecánica longitudinal que se propaga por un medio elástico. Ésta es una definición amplia que no se impone restricciones a ninguna frecuencia del sonido.  Los fisiólogos se interesan principalmente en las ondas sonoras que tienen la capacidad de afectar el sentido del oído.
El espectro del sonido se divide en tres intervalos de frecuencias: sonido audible, sonido infrasónico y sonido ultrasónico.

·         Sonido audible es el que corresponde a las ondas sonoras en un intervalo de frecuencias de 20 a 20000 Hz.
·         Las ondas sonoras que tiene frecuencias por debajo del intervalo audible se denominan infrasónicas.
·         Las ondas sonoras que tienen frecuencias por encima del intervalo audible se llaman ultrasónicas.
Cuando se estudian los sonidos audibles, los fisiólogos usan los términos fuerza, tono y calidad (timbre) para describir las sensaciones producidas. Por desgracia, estos términos representan magnitudes sensoriales y, por tanto, subjetivas. Lo que es volumen fuerte para una persona es moderado para otra. Lo que alguien percibe como calidad, otro lo considera inferior.
Por consiguiente, el físico intenta correlacionar los efectos sensoriales con las propiedades físicas de las ondas. Estas correlaciones se resumen en la forma siguiente:


Las ondas sonoras constituyen un flujo de energía a través de la materia. La
intensidad de una onda sonora específica es una medida de la razón en la que la energía se propaga por cierto volumen espacial. Un método práctico de especificar la intensidad sonora es en términos de la razón con que la energía se transfiere a través de la unidad de área normal a la dirección de la propagación de la onda. Puesto que la razón a la que fluye la energía es la potencial de una onda, la intensidad puede relacionarse con la potencia por unidad de área que pasa por un punto concreto.El significado de los términos de la columna de la izquierda puede variar considerablemente de uno a otro individuo; los de la derecha son mensurables y objetivos.

La intensidad sonora es la potencia transferida por una onda sonora a través de la unidad de área normal a la dirección de la propagación.
I= P/A
Las unidades para la intensidad son la razón de una unidad de potencia a una unidad de área.
En unidades del SI, la intensidad se expresa en W/m2. Sin embargo, la razón de flujo de energía en las ondas sonoras es pequeña, y en la industria se unas todavía µW/cm2 en numerosas aplicaciones. El factor de conversión es:
1 µW/cm2= 1 x10 -2W/m 2
Se puede demostrar por métodos similares a los utilizados para un resorte que oscila que la intensidad sonora varia directamente con el cuadrado de la frecuencia  f   y el cuadrado de la amplitud A de una onda sonora. Expresada con símbolos, la intensidad I está dada por:
I=π 2 f 2 A2 pv
Donde v  es la velocidad del sonido en un medio de densidad  p. El símbolo A en la ecuación se refiere a la amplitud de la onda sonora y no a la unidad de área.
La intensidad Idel sonido audible apenas perceptible es del orden10-12 W/m2. Esta intensidad, que se conoce como el umbral auditivo, ha sido adoptado por expertos en acústica como la intensidad mínima para que un sonido sea audible.
  El umbral auditivo representa el estándar de la intensidad mínima para que un sonido sea audible. Su valor a una frecuencia es 1000 Hz es:
I0= 1 X10-2 W/m22 =  1 X 10-2 µW/cm2
El intervalo de intensidad por arriba del cual el oído humano es sensible es enorme.
Abarca desde el umbral auditivo Ihasta una intensidad 1012  veces mayor. El extremo superior, conocido como umbral de dolor, representa el punto en el que la intensidad es intolerable para el oído humano. La sensación se vuelve dolorosa y no solo auditiva.
El umbral de dolor representa la intensidad máxima que el oído promedio puede registrar sin sentir dolor. Su valor es:
Ip =1 W/m2 = 100 µW/cm2
En la vista de la amplitud del intervalo de intensidades al que es sensible el oído, es más práctico establecer una escala logarítmica para las mediciones de intensidades sonoras, la cual es base en la regla siguiente:
Cuando la intensidad  I1 de un sonido es 10 veces mayor que la intensidad I2 de otro, se dice que la relación de intensidades es de 1 bel (B).
Cuando se compara la intensidad de dos sonidos, nos referimos a la diferencia entre niveles de intensidad dada por:
B= log I1/I2
Donde I1 es la intensidad de un sonido e Ila del otro.
Niveles de intensidad para sonidos comunes
Sonido                                         Nivel de intensidad, dB
Umbral de audición                                           0
Susurro de las hojas                                         10
Murmullo de voces                                           20
Radio a volumen bajo                                      40
Conversación normal                                       65
En una esquina de una calle transitada         80
Transporte subterráneo                                  100
Umbral de dolor                                                120
Motor de propulsión                                      140-160

La intensidad de un sonido disminuye cuando el oyente se aleja de la fuete sonora. El cambio de la intensidad varia con el cuadrado de la distancia a la fuente.


  • TONO Y CALIDAD


El efecto de la intensidad en el oído humano se manifiesta en sí mismo como volumen. En general, las ondas sonoras más intensas son también de mayor volumen, pero el oído no es igualmente sensible a sonidos de todas las frecuencias.
Por tanto, un sonido de alta frecuencia no puede parecer tan alto como uno de menor frecuencia que tenga la misma intensidad.
La frecuencia de un sonido determina lo que el oído juzga como el tono del sonido. Los músicos designan el tono por las letras que corresponden a las notas de las teclas del piano.
Por ejemplo, las notas do, re y fa se refieren a tonos específicos, o frecuencias. Un disco de sirena, como el que se muestra a continuación puede utilizarse para demostrar como el tono cómo el tono queda determinado por la frecuencia de un sonido.
Una corriente de aire se envía sobre una hilera de agujeros uniformemente espaciados. Al enviar la velocidad de rotación del disco el tono del sonido resultante se incrementa o decrece.

Dos sonidos del mismo tono se pueden distinguir fácilmente. Suponga que suena la nota do (256 Hz) sucesivamente en un piano, una flauta, una trompeta y un violín. Aun cuando cada sonido tiene el mismo tono, hay una marcada diferencia en el timbre. 

Se dice que esta diferencia resulta de una diferencia en la calidad o timbre del sonido.
En los instrumentos musicales, independiente de la fuente de vibración, generalmente se excitan al mismo tiempo diversos modos de oscilación. Por consiguiente, el sonido reducido no solo consta de la fundamental sino también de varios armónicos. La calidad o timbre de un sonido se determina por el número o las intensidades relativas de los armónicos presentes. La diferencia en calidad o timbre entre dos sonidos puede observarse en forma objetiva analizando las complejas formas de onda que resultan de cada sonido. En general, cuanto más compleja sea la onda, mayor es el número de armónicos que contribuyen a dicha complejidad. El tono (frecuencia) del sonido de cada uno de los instrumentos es el mismo y, sin embargo, los sonidos son muy distintos, ya que difieren en calidad de timbre.



La interferencia también se presenta en el caso de ondas sonoras longitudinales y el principio de superposición  también se les aplica a ellas. Un ejemplo común de la interferencia en ondas sonoras se presenta cuando dos diapasones (o cualquier otra fuente sonora de una sola frecuencia  cuyas frecuencias difieren ligeramente, se golpean de manera simultánea. El sonido producido varía en intensidad, alternando entre tonos fuertes y casi silencio. Estas pulsaciones regulares se conocen como pulsaciones. El efecto vibrato que se obtiene en algunos órganos  es una aplicación de este principio. Cada nota del vibrato es producida por dos tubos sintonizados a frecuencias ligeramente diferentes. Para comprender el origen de las  pulsaciones, examinemos la interferencia que se establece entre ondas sonoras que proceden de dos diapasones de frecuencia ligeramente distinta.
Los tonos fuertes se presentan cuando las ondas interfieren constructivamente; los suaves, cuando interfieren en forma destructiva. La observación y los cálculos demuestran que las dos ondas interfieren constructivamente f-f´ veces por segundo. Así, podemos escribir,
Número de pulsaciones por segundo = |f-f´|
Por ejemplo, si dos diapasones de 256 y 259 Hz se golpean al mismo tiempo, el sonido resultante pulsará tres veces por segundo.





Siempre que exista una fuente sonora se mueve en relación a un oyente, el tono del sonido, como lo escucha el observador, puede no ser el mismo que el que percibe cuando la fuente esta en reposo. Por ejemplo, si uno está cerca de vía del ferrocarril y escucha el silbato del tren al aproximarse, se advierte que el tono del silbido es más alto que el normal que se escucha cuando el tren está detenido. A medida que el tren se aleja  se escucha que el tono se escucha más bajo de lo normal. De manera similar, en las pistas de carretera el sonido de los automóviles que se  acerca a la gradería  es considerablemente de tono más alto que los del auto que se aleja.
El fenómeno no se restringe al momento de la fuente. Si la  fuente de sonido esta fija, un oyente que se mueve hacia ella advertirá un aumento similar al tono. En cambio en la frecuencia del sonido que resulta del movimiento entre la fuente y un oyente se denomina efecto Doppler.

El efecto Doppler se refiere al cambio aparente en la frecuencia de una fuente de sonido cuando hay un movimiento relativo de la fuente y del oyente.

Es posible demostrar de manera grafica el origen del efecto Doppler  por medio de la representación de ondas periódicas emitidas por una fuente como círculo concéntricos  que se mueven en forma radial hacia afuera. La distancia entre cualquier par de circulo representa la longitud de onda λ  del sonido que se desplaza con una velocidad V. La frecuencia con la que las hondas golpean al oído determina el tono escuchado.
Consideraremos el primer lugar de la fuente  se mueve a la derecha hacia un observador A inmóvil. A medida de que la fuente en movimiento emite  ondas sonoras, cada onda sucesiva se emite desde un punto  más cercano al oyente que la onda inmediata anterior. Esto da por resultado que la distancia entre las ondas sucesivas, o la longitud de onda sea menor que la normal. Una longitud de onda produce una frecuencia  de ondas mayor, lo que aumenta el tono del sonido escuchado por el oyente A. M mediante un razonamiento similar se muestra que un incremento en la longitud de las ondas que llegan al oyente B hará que este escuche el sonido con mayor frecuencia.
Representación grafica de ondas sonoras emitidas desde una fuente estacionaria.

Ilustración de efecto Doppler. Las ondas del frente de un sonido que se mueve se hallan más cercanas entre sí que las que están detrás de ellas. 


Ahora podemos deducir una relación para predecir el cambio en la frecuencia observada. Durante una vibración completa de la fuente estacionaria ( un tiempo igual al del periodo T), cada onda se moverá a lo largo de una distancia  de una longitud de onda. Esta  distancia se representa por λ, y está dada por:
λ  =  VT  =V/fs                                                              fuente estacionaria
 donde:
V= es la velocidad del sonido
fs= frecuencia de las fuentes( si la fuente se mueve a la derecha con una velocidad igual a vs, la nueva longitud de onda λ’  al frente de la fuente será

λ’   =  VT  = vsT   = (V  -  vs)T
Pero T = 1/ fs  de modo que escribimos
λ’  = V – vs/ fs                                                                   fuentes en  movimiento


En esta ecuación también se aplican para la longitud de onda a la izquierda de la fuente en movimiento si seguimos la convención de que las rapideces al aproximarse  se consideran positivas y las rapideces al alejarse negativas. Por ello, si calculamos λ’a la izquierda de la fuente en movimiento, el valor negativo sería sustituido para vs  lo que resultaría  en una mayor longitud de onda.

La velocidad del sonido es un medio es funcion de las propiedades del medio  y no depende del movimiento de la fuente.  por tanto, la frecuencia f₀ escuchada por un oyente inmóvil  y proveniente de una fuente de movimiento de frecuencia fs   está dada por:

   f₀  =  V/ λ’    =  Vfs/V-vs                                      fuente en movimiento 


Donde:
V= rapidez del sonido
Vs= de la fuente
La rapidez vs se considera positiva para rapideces que se aproximan a la  fuente y negativa para las que se alejan de ella.
Ahora estudiaremos en el caso de que la fuente esta fija y el observador se mueve hacia ella  con la velocidad igual a v₀.  Aquí la longitud de onda del sonido recibido no cambia, pero el numero de ondas que encuentra el oyente por unidad de tiempo ( la frecuencia observada) aumenta como resultado de la rapidez v₀.  En consecuencia el oyente escuchara la frecuencia.


     f₀= fs.(V-vs)/V                                             Observador en movimiento

Donde:
la rapidez v₀ del observador debe considerarse positiva para rapideces que se aproximan  a la fuente y negativa para las que se alejan a ella.
A menudo la fuente y el observador están en movimiento, de modo que se necesita una relación mas general que abarque todo el movimiento relativo, es posible combinar las dos ecuaciones anteriores a fin de obtener una ecuación general que funcione en todos los casos  siempre en movimiento relativo tanto del observador como de una fuente vaya a lo largo de una línea recta:

  f₀  =  fs  V+v₀/V-vs                        ecuación general de efecto Doppler
La convención de signos  es de suma importancia al aplicar esta relación. El signo de la velocidad del sonido siempre es positivo. Las velocidades v₀ y vs se consideran positivas para las rapideces de aproximación y negativas para las rapideces de alejamiento. Una velocidad de aproximación se considera positivas para las aproximaciones  y negativas para las de alejamiento.



BIBLIOGRAFÍA.
     PAUL E. Tippens. Física Conceptos y aplicaciones. Editorial McGraw-Hill, 7ta edición, 2011.